Isabel López Rivera

En esta entrevista, Isabel López Rivera relata que ella y su familia estaban bien asustados la noche de la tormenta, especialmente cada vez que se levantaba el zinc. Después de la tormenta le impresionó mucho ver la naturaleza destruida y las casas caídas, algo que le dio mucho sentimiento. Le preocupó estar incomunicados porque no había paso por la carretera y pensaba como sería si había un enfermo. Explica cómo se manejaron los meses después. Agua tenían del río, y comida no faltó. Con la planta remediaron aunque el gasto fue muchísimo. Considera que los puertorriqueños tienen un ánimo tremendo y que cuando caemos nos levantamos como sea.

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