Virgilio Escalante Escalante

En esta entrevista, Virgilio Escalante Escalante narra lo difícil que fue llegar a su casa desde donde se refugió, por los árboles que cayeron entrecruzados y los baches. Cuenta que la tormenta le llevó tres paneles del balcón y se le llenó la casa de agua. Recogió cantos de madera y cartón y con ayuda de vecinos y familiares pudo arreglar el techo. Siempre se mojaba, pero cuando vino FEMA fue peor porque los clavos que usaron para instalar el toldo dañaron los paneles. No le aprobaron la solicitud porque no tenía papeles, y tampoco está pendiente que le resuelva el municipio, así que poco a poco va mejorando su casa a medida que aparecen chavos. Más que nada le afectó no saber de sus hijos en otros pueblos de Puerto Rico. Explica que estar restringido como ermitaño en medio del monte también fue difícil. Familiares y amistades les traían agua y compras porque además de no tener salida, se le dañó el carro. Sin embargo, piensa que tiene ventaja sobre su pareja que es más joven porque él se crió en el campo sin agua ni luz. Comenta que se perturbó al ver que los estaban explotando con los costos elevados de las cosas después del huracán.

Las fotos muestran la casa de Virgilio y sus alrededores el día de la entrevista y después del huracán.

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