María López Rivera

En esta entrevista, María López Rivera relata que la tormenta fue una experiencia bien fuerte, y no aguantaba el silbido del viento. Recuerda que sintió frustración cuando vio la destrucción alrededor. Aunque su casa no sufrió muchos daños, era frustrante porque todo era complicado. Describe las filas inmensas para comprar gasolina para la planta, y cómo a veces perdió el tiempo porque el camión no llegó. Cuenta de las dificultades para lavar la ropa, y que tuvo suerte que pudo lavar en casa de su hermana en Salinas quien obtuvo luz antes que ella. Describe cómo ella y otras subían a llevarle almuerzo y jugo a los que estaban abriendo camino, y aprecia cómo el alcalde mandaba agua y compras a la comunidad. Encuentra que la vía de transito necesita más atención. Concluye que uno no se puede quedar pensando en lo que pasó, que hay que sacar de donde no hay y seguir.

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